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ABUSO SEXUAL EN LA INFANCIA

A raíz de una reciente formación impartida a profesionales de la intervención comunitaria, me gustaría dar unas pinceladas sobre el abuso sexual en la infancia (de aquí en adelante, ASI). Uno/a de cada cinco menores ha sufrido a lo largo de su infancia o adolescencia abuso sexual. Es una cifra que nos debería alarmar. Como se sabe, la mejor forma de prevención es la educación sexual desde los colegios y familias y que haya penas que disuadan a los posibles agresores.

El abuso sexual (definición del Observatorio de la Infancia), una de las formas más frecuentes de maltrato infantil, se define como la implicación de niños/as en actividades sexuales, para satisfacer las necesidades de un/a adulto/a, siendo formas de abuso sexual:
con contacto físico la violación, incesto, pornografía, prostitución infantil, sodomía, tocamientos, estimulación sexual,
sin contacto físico la solicitud indecente a un/a niño/a o seducción verbal explícita, realización acto sexual o masturbación en presencia de un/a niño/a, exposición de los órganos sexuales a un/a niño/a, promover la prostitución infantil, pornografía.

El proceso de instauración del ASI es el siguiente:
• Enamoramiento. Fase de seducción:
      – Manipulación de la dependencia y la confianza de la niña/o
      – Incitación a la participación de la niña/o (juego, regalos)
      – Preparación del lugar y del momento del abuso
• Fase de Abuso
• Imposición del secreto y ley del silencio:
      – El abusador impone la ley del silencio
      – El niño/a no tiene otra alternativa que adaptarse a la situación
      – Amenazas: hace que el niño/a se responsabilice del bienestar de la familia «si hablas, la familia se rompe»
• Fase de revelación que puede ser accidental o premeditada
• Fin de los abusos: se acaba cuando la dinámica de poder se rompe

En la fase de revelación es muy importante la reacción de la persona que la reciba. Puede ocurrir que si no se tiene la respuesta adecuada, se pueda revictimizar a la víctima haciéndola sentir culpable, no creyéndola, etc. Es muy importante no hacer preguntas que puedan dar lugar a pensar que no creemos a la víctima, validar todas las emociones que aparezcan, recalcar que no fue su culpa ni tenía responsabilidad en lo que ocurrió, evitar juzgar lo que se dice y reacciones emocionales exageradas (tampoco minimizar).

A veces ocurre, que cuando la persona lo cuenta y se cumplen las amenazas del abusador: no te van a creer, la familia se rompe, la madre enferma, lo echan de la familia, etc… También ocurre que la familia busca desesperadamente su reequilibrio para mantener a cualquier precio la cohesión familiar. Puede ser que la víctima se retracte: Síndrome de adaptación de Summit o Alienación Sacrificial de Barudy.

No existe un tipo único de víctima. Todo niño o niña puede estar en riesgo de sufrir algún tipo de violencia sexual, independientemente de cuál sea su contexto social, familiar, económico, cultural o religioso. Sin embargo, sí que pueden existir unas características (factores de riesgo) que pueden hacer que prestemos más atención en búsqueda de indicadores de violencia (aunque la existencia o suma de las características no lo condiciona).

No existe un perfil psicológico determinado de la persona que ejerce violencia sexual contra un niño o una niña. Sin embargo, en la mayoría de los casos son hombres adultos (86,6 %) y más del 60 % de los casos es una persona del entorno familiar o conocida.
El impacto del ASI es muy amplio en la víctima. Genera secuelas a nivel neurológico, sensoriomotor, fisiológico, cognitivo, emocional y social, entre otros, llegando incluso a provocar trastornos psicológicos.

Como decía antes, una de las mejores maneras para prevenir el ASI es ofrecer educación sexual integral desde la educación infantil en donde los/as niños/as aprendan a nombrar las partes de su cuerpo por los nombres correctos, conozcan su cuerpo, aprendan que nadie puede tocar su cuerpo sin consentimiento. También es importante trabajar la asertividad, el poder decir que “no”. Además que aprendan la diferencia entre secretos buenos y malos (ya que de ello se valen los abusadores para imponer la ley del silencio).

 

Para trabajar todo ello, existen los siguientes recursos:
• Cuento “Estela grita fuerte” de Isabel Olid y Martina Vanda
• Cuento “Marta no da besos” de Pablo Macías y Belén Gaudes
• Cuento “¡Shhhh!, Loreto esto es un secreto” de Belén Gaudes
• Cuento “¿De qué color son tus secretos?” de Margarita García
• Cuento “Salvando a Caperucita Roja” de Claudine Bernades, Graziela Eskelsen y Ana Barbosa.
• Guía EDUPAC
• Programa “Escuchando mis tripas”

 

Bibliografía:
Observatorio de la Infancia:
https://bienestaryproteccioninfantil.es/fuentes-documentales/asi-abuso-sexual-infantil-y-adolescente/page/5/
Savethechildren:
https://www.savethechildren.es/actualidad/analisis-abusos-sexuales-infancia-espana
https://www.savethechildren.es/manual-para-prevenir-violencia-sexual-infancia

Autora: Elena Vicent Valverde

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